En el pozo de la desesperación habitan la soledad, el aislamiento, el miedo, la frustración y el dolor. Es la última parada antes de llegar a la estación del pensamiento suicida, donde el tren de la mente a veces puede llevar.
¿CÓMO SALIR DEL POZO DE LA DESESPERACIÓN?
Aceptación
En primer lugar, acepta tus emociones negativas. Míralas de frente, acógelas y escucha su mensaje. están ahí por algún motivo. Te están mostrando las heridas que nunca sanaste, te están gritando las necesidades que nunca escuchaste. Son el último recurso de tu interior para forzarte a que te cuides, a que te ames, a que pongas atención en lo que requiere.
Si el dolor ahora es fuerte es porque cuando fue débil no recibió respuesta. ATIÉNDELO! Enfrenta todas las vivencias dolorosas que has experimentado. El abandono, el rechazo, la vergüenza, la culpa. Forman parte de tu historia y es necesario integrarlas y darles el lugar que les corresponde.
Cambia los hábitos mentales
Toma la decisión de empezar a cuidar de tu cuerpo y de tu mente. Nútrete cada día de pensamientos positivos y fuérzate a agradecer por lo que sí tienes.
La gratitud trae abundancia y el hábito de pensar en positivo nos acerca a mirar la vida con otra perspectiva. Seguramente ahora no encuentres motivos, pero búscalos. Acostumbra a tu cerebro a buscar las posibilidades y no los problemas. El patrón de pensamientos es un hábito, puede modificarse con trabajo constante.
Cambiar el foco de tu atención será complicado al principio, resultará forzado y poco realista. Sin embargo es necesario buscar formas diferentes de interpretar la realidad. Es imprescindible desarrollar la capacidad de percibir lo bueno, de sumergirte en ello y de buscar mas de lo mismo.
Busca ayuda
Pide ayuda a tus seres queridos más cercanos y a los profesionales cualificados. Hacerlo no te convierte en una persona débil sino en un ser valiente. No tienes que ser perfecto ni tener las respuestas a todo, apóyate en quienes te rodean y permítete recibir el apoyo y los recursos que necesitas.
Tu primer recurso a buscar es el Señor, Cristo declaró en Mateo 11:28 "Venid a mí todos los que están cargados y cansados y yo los haré descansar"
REFLEXIÓN BASADA EN EL SALMO 40